martes, 30 de junio de 2009

De Bolívar a las izquierdas de hoy

Artículo hecho el 3 de mayo de 2009

En 1992, el coronel Hugo Chávez Frías es elegido presidente de Venezuela. Chávez va acompañado de un discurso antiimperialista, antioligárquico y nacionalista, amparado, según él, en los ideales del Libertador Simón Bolívar y su deseo de integración continental. La subida al poder de Chávez se convirtió en ese momento en una grieta en las relaciones de poder imperantes en América Latina, dominada por el neoliberalismo económico y político.Luego del triunfo de Chávez, América Latina da un vuelco hacia la izquierda, logrando que candidatos de esta tendencia lleguen al poder por la vía electoral. Brasil con Lula da Silva, Uruguay con Tabaré Vázquez, Bolivia con Evo Morales, Argentina con Néstor Kirchner, Rafael Correa en Ecuador.

Hasta entonces, la izquierda latinoamericana había soñado por todos los medios, incluso la vía armada, llegar al poder, sin conseguirlo. El deseo se convirtió en realidad. Pero hay interrogantes: ¿Existe una sola izquierda? ¿Y si no, cuáles son sus diferencias? ¿Los gobiernos elegidos pueden ser ubicados dentro de esa corriente ideológica? ¿Cual es el comportamiento de EE.UU. frente a esta nueva relación de poder?.

Estas preguntas no tienen una sino varias respuestas, las cuales trata de dilucidar el periodista y analista político Marc Saint-Upéry, en su libro El sueño de Bolívar o el desafío de las izquierdas sudamericanas. Colaborador de publicaciones como Metapolítica, Íconos, Le Monde Diplomatique, y otras, Saint-Upéry se ha destacado por sus análisis de la realidad latinoamericana y en esta obra investiga profundamente sobre el momento coyuntural que pasa la izquierda en algunos países de América del Sur.

Hay un capítulo dedicado al gobierno de Chávez, en el que se narra cómo se ha desarrollado el proceso de la revolución bolivariana y la construcción de una organización política que responda a las necesidades de su proyecto político, y como lo ven sus opositores, muchos de ellos militantes históricos de la izquierda venezolana de los años sesenta; las críticas sobre su autoritarismo y el manejo económico de tipo populista que han polarizado al país.

En el caso de Brasil se destacan logros económicos y sociales del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y la aceptación popular que tiene, pero menciona las diversas opiniones que dentro de la izquierda brasileña se tiene de ese gobierno, en el que se ve una continuidad con la administración socialdemócrata de Fernado Cardoso; lo que el autor pone en duda por las diferentes estructuras sociales de ambos partidos políticos. Concluye que el camino que Brasil y su Presidente tienen para implementar una distribución de la riqueza equitativa es largo.

Es un libro que con una narración clara y concisa repasa la trayectoria de la izquierda en los últimos 20 años, su resurgimiento y la manera cómo se enfrenta al problema étnico en países como Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil. Problema que no es actual, que se remonta a la década de los 20, cuando la izquierda marxista ortodoxa manejada por los partidos comunistas discutía sobre el papel de las masas indígenas, campesinas y negras en el proceso de la revolución socialista. El autor estudia el papel que han tenido las organizaciones indígenas y étnicas en su lucha por lograr representatividad en una sociedad excluyente y que ve a lo diferente como una amenaza.

Otro aspecto interesante del texto es el análisis de la situación de EE.UU. y su relación política en una región en donde su influencia quedó debilitada después del mandato de George W. Bush y su doctrina de lucha contra el terrorismo. Situación que se complicará aún más por la presencia de potencias alternativas como China y la India que buscan nuevos mercados de inversión.

Además, está la dinámica competencia entre los países más desarrollados del área como Brasil de Lula y Venezuela de Chávez, que buscan convertirse en el modelo rector de un proceso de integración económico y político que haga resurgir el sueño integracionista de Bolívar. Saint-Upéry compara el proyecto de los dos mandatarios y aporta elementos, como que las supuestas diferencias irreconciliables sobre su forma de ver el proceso de integración sudamericana no son reales y que más bien son cuestiones de estilo. Para el autor la clave válida para la integración sudamericana es la voluntad política de los gobiernos del área y buscar fórmulas de consenso para coordinar y unificar los organismos económicos de la región como el Mercosur y la Comunidad Andina.

Las conclusiones de la obra son que el cambio de época va acompañado de desafíos, y de peligros como la inestabilidad económica de un capitalismo en crisis, y problemas del cambio climático, muy distintos a los concebidos en estudios clásicos de la tendencia. Dificultades que la izquierda deberá aprender a sortear con creatividad, con la profundización de una democracia participativa, alejándose de discursos anacrónicos y sectarios.

El estudio solo se circunscribe a Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia. No analiza la situación de países de América Central, pero el autor se disculpa por ello por considerar que esto sobrepasaba la intención de la obra y que en el momento de su escritura solo Nicaragua tenía un gobierno de esa ideología, además de motivos personales y financieros, lo que quedaría como asignatura pendiente. El libro de Saint-Upéry es una invitación para bucear en los interiores de una corriente política que tiene parecido con la esfinge de las mitologías griegas: una imagen de la que no sabemos o ignoramos cómo piensa o cómo actuará.

lunes, 29 de junio de 2009

Juan Carlos Onetti,narrador de la angustia

Aunque Juan Carlos Onetti era un enemigo de los homenajes y celebraciones, no se puede pasar por alto el centenario de este autor, nacido el 1 de julio de 1909 en Montevideo. El escritor uruguayo no ha gozado de una fama tan extendida, como la de otros autores de su generación. Sin embargo, ese detalle no ha desmerecido y peor disminuido la calidad de sus novelas. El mexicano Carlos Fuentes lo considera como el iniciador de la literatura contemporánea latinoamericana, y el peruano Mario Vargas Llosa afirma que “es uno de los grandes escritores de la lengua española”, cuya obra “es una metáfora del gran fracaso de América Latina”.Su estilo sarcástico y burlón, característico de su personalidad, lo trasladó a su producción literaria. Detrás de esa mirada, oculta tras los gruesos cristales de sus lentes, estaba un escrutador de la naturaleza humana y de sus imperfecciones.

Onetti se acercó a la literatura desde la infancia, con lecturas juveniles encerrado en su cuarto. Cuando su madre apagaba la luz usaba una linterna para continuar devorando páginas. Fue lector apasionado de la literatura policiaca, gusto que conservó toda su vida.

Su juventud transcurrió entre Montevideo y Buenos Aires, dos ciudades que siempre estuvieron presentes en su obra de manera metafórica. Dedicado a la actividad periodística escribió en el semanario Marcha de Uruguay y La Nación de Argentina. Trabajó posteriormente como secretario de Redacción en las revistas Vea y lea e Ímpetu, y colaboró en la agencia de noticias Reuters (1941).

En 1939 publicó su primera novela, El pozo, en donde se anticiparon los elementos claves del universo onettiano: la soledad y la incomunicación de los personajes en un ambiente urbano lleno de sordidez.

Su admiración por el género policiaco lo llevó a experimentar con la novela Para esta noche (1943), combinando trama política y criminal, en donde el protagonista Ossorio se encuentra atrapado en una red de intriga y miedo en la que no hay escapatoria.

En estas dos novelas se puede dar con las pistas de su mundo literario y que lo llevarán a convertirse en el escritor de la angustia. Sus criaturas son seres aplastados por el hastío, la rutina y la cotidianidad, que las llevan a tener una vida aburrida y mediocre. Estos personajes son perdedores, resignados en su derrota, que se mueven en sitios sórdidos y fantasmales sin esperanza de redención.

En 1950 escribió La vida breve, novela clave. En esta creó a la ciudad de Santa María. “Ciudad colocada entre un río y una colonia de labradores suizos”, según el personaje Brausen, que en la obra tiene la intención de escribir un guión para un filme, que jamás termina. En la novela aparece también el personaje del médico Díaz Grey, álter ego del propio Onetti. El mundo de Santa María se difumina entre la realidad y lo onírico. En esta el uruguayo realiza ejercicios estilísticos con el lenguaje. Juega con los tiempos, intercalándolos o cambiándolos. Santa María es una metáfora de Montevideo y Buenos Aires, donde el autor arroja sus demonios interiores, guardando una similitud con William Faulkner y su ciudad de ficción Yaknapatawpha, y Gabriel García Márquez con Macondo.

La presencia de este centro urbano ficticio se convertirá en referente obligado de sus obras, en especial de El astillero (1961), en donde el personaje Larsen viaja a la ciudad mítica a trabajar en un astillero que está al borde de la ruina y que su dueño trata de levantar nuevamente, sin éxito. Toda esta acción está inmersa en un ambiente de pesadilla. El astillero es una simbolización metafórica del absurdo; y los vanos intentos por ponerlo a funcionar son la representación de la derrota de América Latina de esa época en concretar sus utopías.

Es el mismo Larsen que vuelve a protagonizar otra de las obras de Onetti, Juntacadáveres (1964). En esta ocasión ejerce el oficio de proxeneta y regresa a Santa María a regentar un prostíbulo de mala muerte y posteriormente se enfrenta con ciertos personajes influyentes de la ciudad. Este hilo argumental no es más que un pretexto para describir con un estilo demoledor la decadencia de una forma de vida, la de Larsen que apenas puede disfrutar de las mieles de su corto triunfo para luego derrumbarse estrepitosamente. Obra maestra, llena de existencialismo y donde Onetti alcanza su madurez como escritor.

La última aparición de la ciudad de sus sueños fue con la crepuscular Cuando ya no importe (1993), donde retoma a varios personajes de sus anteriores novelas como Díaz Grey. Otra vez el absurdo y la derrota son elementos omnipresentes que destruyen intentos de superación de los protagonistas, testamento literario del autor.

Vida personal
Onetti fue un personaje multifacético: novelista, cuentista, periodista, mujeriego, bebedor y fumador empedernido. Desde pequeño sintió esa pasión por la lectura y eso le inspiraría para escribir posteriormente. Dorothea Muhr, su última esposa, (Dolly para el escritor) mencionaría que la literatura para su esposo era “como una transfusión de sangre” que le hacía “revivir”. Se casó cuatro veces.Onetti sufría de una timidez que rayaba en lo enfermizo. Esa misma timidez lo convertía en una persona hosca, enemiga de las entrevistas y homenajes. En muchas ocasiones contestaba con exabruptos. Para él, lo mejor era pasar desapercibido, actitud que le hizo ganar fama de amargado. Sus autores preferidos eran Marcel Proust, Miguel de Cervantes, Ernest Heming-way, Fedor Dostoievski, William Shakespeare, Pablo Neruda, César Vallejo y en especial William Faulkner, sin olvidar las novelas policiacas de las cuales era un ferviente lector.

Dos cosas de las que siempre quiso estar al margen fueron las modas literarias y la política. En la primera, nunca quiso adherirse a ninguna corriente. Su literatura era una reflexión sobre sí mismo, como lo expresaría en una entrevista para la publicación Mañana: “Escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio”, una declaración de personalismo para dejar claras las cosas cuando estaba en auge el realismo mágico.

Enemigo del partidismo político, no pudo mantenerse al margen, pues igual que el absurdo que rodeaba a los argumentos de sus novelas, estuvo involucrado en un caso político durante la dictadura de Juan Manuel Bordaberry en Uruguay. En pleno auge de las luchas armadas en América Latina, en febrero de 1974 fue detenido con todos los miembros del jurado de un concurso de cuentos, en el cual el relato ganador fue censurado y considerado subversivo.

Lo paradójico es que Onetti fue el único del jurado que votó en contra del ganador. Tuvo que pasar meses en la cárcel y después de una campaña solidaria de escritores latinoamericanos salió en libertad y abandonó el país en 1975, para jamás regresar. Pasó a instalarse en Madrid en un exilio voluntario. La capital española fue el lugar en que residió hasta su muerte, el 30 de mayo de 1994. Sus últimos años los pasó acostado y encerrado en su habitación, bebiendo, fumando y leyendo cuentos policiacos, típica actitud de sus personajes de ficción.

Ahora, 100 años después de su nacimiento y ante la cantidad de homenajes que se le están realizando, si Onetti viviera y si le preguntaran cómo se siente, quizá respondería con su mal humor característico: “Que me dejen en paz”.

martes, 23 de junio de 2009

El lado oscuro del mundo del espectáculo

El mundo del cine y la música ha forjado sus propios ídolos, personajes que son objeto de adoración de su público que piensan que ellos son seres que están por encima de todos los problemas mundanos. Pero de ese mundo de flashes, risas y oropel en muchos casos no queda nada, ese mundo ficticio esta lleno de dolor, sufrimiento y muerte, un mundo igual al real lleno de horrores.

Esta reflexión a propósito de la condena a cadena perpetua del productor musical Phill Spector, por el asesinato de Lana Clarkson, actriz de Hollywood , producto de un balazo en la boca y del supuesto suicidio del actor David Carradine en Tailandia. La vida del jet set artístico esta lleno de casos parecidos que forman parte de la leyenda negra del espectáculo.

Comencemos con la muerte de una actriz desconocida llamada Virginia Rappe el 6 de septiembre de 1921, en una fiesta, el resultado de la autopsia, fue hemorragia producida por un objeto contundente, la muerte fue atribuida al actor Roscoe ''Fatty'' Arbuckle, cómico de gran fama en el cine, fue llevado por tres ocasiones a juicio por violación y asesinato pero siempre fue absuelto, pero su carrera fue destruida.

La muerte en extrañas circunstancias del director de cine, Thomas Harper Ince, en noviembre de 1924,abona más este escabroso panorama, pionero en la dirección de películas western y una celebridad en Hollywood, después de participar en una fiesta a bordo del yate del magnate de la prensa, William R. Hearts, fallece supuestamente de un infarto, no se le realiza autopsia y su cuerpo es cremado inmediatamente por deseos de su esposa , poco tiempo después circuló el rumor de que Hearts en un arranque de celos mató de un balazo a Ince cuando este lo confundió con Chaplin que cortejaba a una de sus amantes, el caso fue cerrado y nunca se aclararon los rumores.

Max Linder, cómico francés considerado fuente de inspiración para otros colegas de profesión como Charles Chaplin y Buster Keaton, tenía una vida artística llena de triunfos que se vieron interrumpidos el 30 de octubre de 1925, cuando en el hotel Baltimore, el actor en un arranque de locura ata a su esposa, le corta las venas y luego de comprobar que esta muerta se suicida en su habitación, conmocionando al mundo del espectáculo, jamás se pudo comprobar que llevo al artista a cometer el crimen.

Otro caso raro, es el de la actriz Thelma Todd que luego de una rutilante carrera en los treinta, tras un fracaso matrimonial se sumerge en el alcohol y las drogas, convirtiéndose en amante del jefe mafioso, Charles Lucky Luciano. Todd regentaba un bar muy popular en ese momento a lo que Luciano le propuso convertirlo en sala de juego clandestino, a lo que la actriz se negó y en diciembre de 1935 fue hallada muerta en el interior de su carro, la autopsia decía que murió ahogada por monoxido de carbono, otros hablaron de asesinato por orden de la mafia.

La muerte trágica siempre estuvo rondando Hollywood, se puede agregar el suicidio de la actriz Lupe Velez en 1945 , que se ahogó en su propio inodoro, el asesinato a puñaladas del actor Ramón Novarro, el mítico Ben Hur del cine mudo, en 1968 por dos proxenetas que aprovechándose de la homosexualidad del actor entraron a su casa y lo asesinaron, el del actor Sal Mineo también asesinado por un delincuente a pocos metros de su casa en 1976.

Pero en el cine también hay películas que dejan un aura de maleficio que se traslada a sus protagonistas o a quienes las dirigen, el caso más patético es el del director Roman Polansky, después de filmar la película El bebe de Rosemary (1968), cinta sobre el nacimiento del Anticristo, su esposa la actriz Sharon Tate que estaba embarazada, y varios amigos fueron asesinados a puñaladas por la pandilla satánica de Charles Mason, en un crimen que lleno de horror el mundo del cine. La mala suerte seguiría a Polansky que en 1977 seria juzgado por supuesta violación a una menor de edad y condenado, lo que llevo a que el director se exilie permanentemente en Francia.

Otro ejemplo es los actores de la película de terror Poltergeist de Tobe Hooper, Dominique Dunne una de las protagonistas de la cinta, fue estrangulada por su novio después de los rodajes, la pequeña Heather O'rourke protagonista principal murió víctima del mal de Crohn cuando apenas tenía 12 años.

Brandon Lee hijo del también actor y leyenda de las artes marciales Bruce Lee, murió accidentalmente en el plato de grabación de un balazo durante el rodaje de una escena de la película El Cuervo, jamás se aclaró quien puso balas de verdad en el arma, después de muerto escenas no utilizadas tuvieron que ser incluidas en el film para poder terminarlo. La lista es interminable y en la actualidad tenemos el caso de Robert Blake actor de la serie de tv Baretta y de películas como A sangre fría, fue acusado de ser autor intelectual de la muerte de su esposa en el 2001, absuelto en el juicio penal pero condenado en el 2005 en el civil a pagar a los deudos de su esposa una indemnización de 30 millones de dólares. O el de O.J.Simpson, héroe deportivo y actor de renombre en los Estados Unidos, fue acusado de asesinar a su esposa (1994) y su persecución para capturarlo fue transmitada en directo por TV , su juicio fue sensación medíatica hasta su posterior absolución por falta de pruebas y acusaciones de racismo, hasta que nuevamente fue arrestado en septiembre del 2007 acusado de robo a mano armada a dos vendedores de artículos deportivos de colección en Las Vegas, esta a punto de ser condenado a cadena perpetua.

Así como el cine tiene sus horrores el mundo de la música no esta ajeno a ellos.

Como Brian Jones el guitarrista del grupo Rolling Stone, que apareció muerto ahogado en circunstancias aun no aclaradas, a los 27 años en la piscina de su casa, aunque muchos afirman que fue asesinado por uno de sus empleados, según la teoría del director de cine, Stephen Woolley en su película Stoned (2004).

Otro es el caso de la cantante Janis Joplin, ídolo del rock, en la cima del éxito el cuerpo de Janis fue hallado boca abajo y con huellas de agujas en su cuarto del Hotel Landmark de Hollywood, el 4 de octubre de 1970, según el reporte médico su muerte se produjo por una sobredosis de heroína.

Igual sería el fin de otra figura del rock, Jim Morrison, conocido como el ''Rey lagarto'', o el ''poeta del rock'', después de una vida desenfrenada, llena de alcohol y drogas, Morrison abandonó EEUU, después de enterarse de que iba a ser encarcelado por el escandalo público producido en uno de sus

conciertos. Instalado en París junto con su pareja Pamela Courson, un 3 de julio de 1971, fue encontrado muerto en su bañera producto de una sobredosis de drogas, fue enterrado en secreto y eso dio pie a varias teorías sobre su muerte.

Pero el caso más triste fue el de John Lennon, famoso integrante del grupo musical The Beatles y abanderado pacifista de toda una generación, esa postura le trajo numerosos problemas con el gobierno de los EEUU, hasta el punto que el FBI le elaboró un dossier con todas sus actividades a las que consideraba subversivas. Pero la política no tuvo nada que ver con su muerte, pues cuando iba a entrar en su departamento en el edificio Dakota de Manhattan, un 8 de diciembre de 1980, junto a su esposa Yoko Ono, un desconocido llamado David Champman, un joven al que el ex Beatle le había dado un autógrafo horas antes, descargó su revólver y lo mató de contado, acabando con uno de los cantantes más controvertidos del rock and roll.

Como podemos darnos cuenta ese universo de oropel y fama no es más que una ficción y la muerte irrumpe de una forma brutal para abofetearnos y volvernos a la realidad de un mundo sucio y violento donde no existen los cuentos de hadas.

Epidemias y Literatura extraña relación

La noción de enfermedad siempre ha estado asociada con la idea del daño interno o externo al cuerpo que puede desembocar en la muerte. Observando las últimas imágenes sobre la presencia del virus AH1N1 o comúnmente llamada gripe porcina, donde multitud de gente se agolpa en los hospitales buscando saber si tienen la enfermedad, las personas cubiertas sus rostros con mascarillas en distintos lugares públicos junto a otras que no las tienen, dan una visión en muchos casos surrealista y atemorizante.

El arte y sus distintas manifestaciones sea literatura, cine, pintura etc. han reflejado desde diversas aristas el impacto de las epidemias sobre el ser humano, mostrando lo mejor y lo peor de los hombres frente a algo que no pueden ver ni percibir y que los llena de terror, es por ese motivo que entre arte y enfermedad se encuentra una relación unívoca que se remonta desde tiempos antiguos.

En literatura podemos rastrear esa simbiosis desde los tiempos bíblicos, en los textos del Antiguo Testamento en el libro de Exodo, cuando Dios por intermedio de Moisés envía las plagas a Egipto para liberar al pueblo de Israel de su yugo, entre las plagas estaban la peste y las úlceras. Luego el tema sería retomado en el libro del Apocalipsis de Juan en donde se menciona al cuarto jinete que tenía la potestad para exterminar a la cuarta parte de los habitantes de la tierra por medio de la espada, las fieras y la peste.

Enfermedad y muerte adquieren tintes de religiosidad, la peste es un simbolismo de castigo divino por los pecados del hombre en la tierra y toma fuerza en la época medieval durante la expansión de la peste negra que causó la muerte de millones de personas en Europa, esta sirve de marco para dos obras literarias básicas en la historia de la literatura, El Decameron de Boccaccio (1353) y Los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer (1378) , colección de cuentos narradas por personas que huyen de una tierra asolada por la peste y que pasan el tiempo contando pequeñas historias cargadas de humor y picardia, el director Pier Paolo Passolini dirige dos obras maestras inspirándose en estas obras.

Alejándose de ese ambiente distendido de la literatura el pintor, Pieter Brueghel ilustra esa época oscura con obras con fuerte contenido tenebroso como La danza de la muerte.

En la época moderna, la búsqueda de explicación de las epidemias va poco a poco alejándose de ese tinte religioso y comienza a florecer el debate entre razón y religión, y eso se plasma en distintas obras literarias. Daniel Defoe, el autor de Robinson Crusoe, nos trae la obra Diario del año de la peste (1772), un relato cruel y descarnado de los estragos causados por la bubónica en la ciudad de Londres en el año de 1665, el escritor británico no escatima detalles al describir el horror que asola la ciudad y que la llena de cadáveres. Obra narrada en forma de una crónica periodística pone en el tapete reflexiones filosóficas sobre el origen de la enfermedad.

Durante el siglo XIX y XX en pleno apogeo del racionalismo y los avances científicos, una mujer con inquietudes literarias, Mary Shelley, escribe una novela premonitoria titulada El último hombre (1826), obra sobrecogedora que narra la expansión en el año 2070 de un extraño virus por toda Europa, provocando la desaparición de la raza humana, en medio de ese escenario apocalíptico solo un hombre logra sobrevivir y cuenta la terrible historia, novela llena de simbolismos políticos y filosóficos es junto con Frankenstein la iniciadora del genero de ciencia ficción.

El siglo XIX es el boom de las novelas vampíricas como Drácula, Carmilla y otras, los críticos ven en esas obras metáforas sobre enfermedades como la peste o el sida en la actualidad, que contaminan la sangre y que llevan a la muerte en vida.

Pero es el relato de Shelley que sirve de base para el llamado subgenero apocalíptico del que se nutre la ciencia ficción. Las enfermedades en el futuro se convertirán en plagas que amenazan la existencia de la humanidad reemplazando a seres de otros planetas.

Obras como Soy leyenda (1954) de Richard Matheson, son ejemplos de lo que la Sci Fi nos depara sobre el futuro del ser humano, narración sobre una plaga letal y desconocida que convierte a las personas en vampiros, el protagonista , único sobreviviente es inmune al mal y se dedica a matar a los infectados. La obra de Matheson ha sido llevada al cine en tres ocasiones, ninguna ha podido igualar en calidad a su original literario.

En La peste de Albert Camus (1947), novela que se aparta del genero de la ciencia ficción, plantea un dilema moral y un enfrentamiento entre la razón científica y la fe cada una de ellas representadas en un médico y un sacerdote que buscan ayudar a las víctimas de una epidemia en una ciudad de Argelia.

La novela Muerte en Venecia (1912) del alemán Thomas Mann, recrea los últimos momentos de la vida de un intelectual otoñal que ve en un joven polaco ese oscuro objeto de deseo que lo lleva a la muerte víctima del cólera.

La visión de José Saramago, en su novela Ensayo sobre la ceguera (1995) es bastante pesimista sobre la naturaleza humana frente a la enfermedad. Una plaga de ceguera hace brotar los instintos más primitivos del ser humano convirtiéndolo en un depredador, donde solo unos pocos conservan su condición de hombres.

También podría ubicarse en esta categoría la última novela de Corman Mccarthy titulada La carretera, sobre la desolación del planeta después de una guerra nuclear y donde un padre y su hijo tienen que luchar por su supervivencia en una tierra infestada de caníbales.

Gabriel García Marquez nos relata una historia de amor imposible teniendo como escenario una epidemia de cólera ocurrida en 1849 en Cartagena de Indias, en su novela Amor en los tiempos del Cólera (1985).

El escritor ambateño Luis A. Martínez en su novela A la costa (1904) novela precursora del realismo social en el país que trata sobre la migración serrana al trópico después del triunfo de la Revolución Liberal y en la que uno de los protagonistas, Salvador muere en una epidemia de malaria.

A pesar de los avances de la medicina y de la tecnología que permiten al hombre tener una actitud de superioridad y soberbia , las enfermedades representadas por esos microscópicos virus y bacterias son lo suficientemente peligrosas en algunas circunstancias que hacen tambalear el sólido edificio en que se haya asentada esa soberbia y demuestra lo frágil que puede ser el equilibrio que el hombre ha construido.

Fritz Lang redescubrimiento de un clásico

Con motivo de la inauguración del Festival Eurocine en el Maac, se va a presentar la película Metrópolis del cineasta alemán Fritz Lang con acompañamiento de banda musical en vivo. Lang y Metrópolis son dos nombres que están indisolublemente ligados a la historia del séptimo arte, el primero por ser uno de los directores más innovadores en el lenguaje cinematográfico y seguidor de la corriente expresionista, y la película por ser una de las cintas precursoras de la ciencia ficción y revolucionar la forma de hacer cine por sus decorados y efectos especiales, además de ser en su época la cinta más cara del cine alemán de su época.

Lang nace en la ciudad de Viena en 1890, en su juventud decide estudiar arquitectura igual que su padre, inscribiéndose en la Escuela Politécnica de Viena (1907) pero al poco tiempo la abandona para dedicarse a la pintura ingresando a la Academia de Artes Gráficas, posteriormente abandona el centro de estudios y se traslada a Munich y luego a París para dedicarse a pintar, estas dos actividades artísticas le van a servir de gran ayuda en la elaboración de sus futuros trabajos en el cine.

Durante la Primera Guerra Mundial se alista en el ejército, teniendo una participación destacada, resultando herido, durante su convalecencia comienza a elaborar bocetos y a escribir esbozos de guiones pues ya había podido observar la importancia que podía tener el cine. Al final del conflicto y con una Alemania sumida en el caos y la miseria producto de la derrota, Lang comienza a trabajar como guionista para algunos estudios, pero lamentablemente la mayoría de sus guiones sus mutilados por los directores, lo que lo llena de frustración.

1919 es un año importante pues conoce a Erich Pommer, director de la empresa Decla-Bioscop y a Thea von Harbou (luego se convertiría en su esposa y guionista de todas sus películas de su etapa alemana), con los que formaría una asociación de oro para el cine alemán. Pohmer valora los guiones de Lang y le da la oportunidad de dirigir su primera película Halb Blut, en ella el productor le da libertad absoluta en la dirección, lo que va a permitir a Lang establecer un sistema de autonomía total que le asegura el control de todas sus películas. Luego dirigiría Las tres luces (1921) que sería el espaldarazo definitivo en su carrera. Su éxito se reflejaría en las posteriores películas que realiza, y que dan un triunfo internacional al cine alemán que se convierte en un referente obligado a nivel mundial.

Vendría luego la realización del Dr Mabuse (1922), película inspirada en elementos del folletín de entregas, pero que en las manos de Lang se convierte en una verdadera obra maestra, película con marcada influencia expresionista, narra la ascensión al poder del mundo criminal de Mabuse, un genio maléfico que quiere tener el control de todo no solo del bajo mundo, sino de toda la sociedad, y a ese objetivo dirige su accionar. Con este personaje el director alemán crea al popular genio del mal que quiere conquistar el mundo, personaje que será adoptada en el mundo del comic con seres como Luthor en Superman o en el cine con toda esa gama de científicos locos que quieren dominar el mundo, o criminales como los de la organización Spectra que luchan contra James Bond. Mabuse se convertirá en personaje emblemático de su filmografía, al que daría vida en dos ocasiones más.

Luego del éxito de Mabuse, se embarcaría en un proyecto ambicioso, Los nibelungos (1926), saga popular de la mitología alemana, que narra las proezas del héroe germánico Sigfrido y su lucha contra un feroz dragón, la cinta tuvo gran acogida de la crítica y de taquilla, (paradojicamente sería la película predilecta junto con Metrópolis de Hitler).

Después de finalizar Metrópolis (1927) dirige M el vampiro de Dusseldorf (1931) , cinta que introduce al psicopata en el mundo del cine, encarnado por un excelente Peter Lorre, se embarca en llevar nuevamente a Mabuse al celuloide con el título El testamento del Dr Mabuse (1932), en esta cinta, hace todo lo posible para establecer una analogía entre el personaje lleno de maldad y Hitler y la dictadura que se va a instaurar en Alemania, cuando la cinta fue estrenada en 1933, los nazis ya estaban en el poder y la Gestapo secuestro la cinta, Joseph Goebbels poderoso ministro de Propaganda, mando a llamar al director para conversar con él, Lang pensó que iba a ser arrestado, para su sorpresa el ministro le propuso hacerse cargo de la dirección del cine alemán, sin pensarlo dos veces Lang abandona el país y huye a Francia, para luego trasladarse a Estados Unidos.

Aquí firma contrato con la MGM donde realiza varias películas que luego se convertirían en obras maestras como es Furia (1936), La mujer del cuadro (1944), Los sobornados (1953), en ese periodo innovo las películas del genero negro, trasladando a su ambientación elementos del expresionismo, lamentablemente su cine de carácter independiente no fue comprendido por la industria, lo que le acarrearía problemas por su falta de libertad creativa, abandona el país en 1956 para radicarse en Alemania Federal, donde dirige de manera intermitente, regresa a Estados Unidos donde fallece en 1976.

Su legado es gigantesco en el mundo del cine, sus películas son premonitorias de un mundo regido por dictadores, introdujo elementos expresionista en el cine negro dándole esa características propias de ese genero y sobre todo le dio al cine ese aire de monumentalidad.

Metrópolis
Si hablamos de monumentalidad dentro del cine debemos citar a la película Metrópolis de Fritz Lang, filmada en 1927 la cinta esta considerada como la iniciadora del genero de ciencia ficción en el séptimo arte, claro después de las obras filmadas por Georges Melies. Pero esta obra es diferente en todos los aspectos, desde el guión hasta los decorados de esta película asistimos a un espectáculo visual bastante complejo.

Lang se inspiraría en la ciudad de Nueva York para hacer esta cinta, durante un viaje que realizó en 1924, el mismo contaría: '' Me causo una gran impresión. El barco atracó en un muelle del West Side, en Nueva York. Miré las calles, las luces brillantes y los altos edificios, y allí concebí Metrópolis''.

La película es una feroz critica al capitalismo y a la explotación de los obreros, se desarrolla en una gigantesca ciudad del siglo XXI, que funciona gracias a máquinas manejadas por un ejército de esclavos que viven en laberintos subterráneos. En la superficie de la ciudad, vive la clase de los señores, gozando de los placeres que da el lujo y la riqueza. En el subterraneo un sitio parecido al infierno es habitado por los obreros que marchan cuales zombies a manejar las máquinas que permiten que la superficie pueda vivir, estos trabajan siempre bajo la vigilancia de un reloj que solo marca diez horas, que es la duración de la jornada de trabajo. Hasta que el hijo del dueño de la ciudad se enamora de una obrera y comienza a tambalear el equilibrio social cuando descubre la explotación a que son sometidos.

La cinta sirve de experimentación en varios campos, en la fotografía dirigida por Karl Freund, se juega con las luces para dar a cada ambiente detalles propios, luz clara y brillante para la superficie de los ricos y oscuridad y tinieblas en el mundo subterráneo. Los decorados es otro punto importante en el film, grandes edificios con lineas ascendentes que buscan tocar el cielo como verdaderas catedrales, destacándose por sus volumenes. Por esto y por algunos valores del guión Metrópolis es una cinta con mensaje social, de anticipación y alegoría política.

Datos de la cinta
- El rodaje duró 310 días, se utilizaron 30.000 extras en las escenas de masas, 700 niños, 100 negros y 25 chinos.
- Se confeccionaron 3500 pares de zapatos, 75 pelucas y se construyeron 50 automóviles de diseño futurista.
- Se invirtieron cinco millones de marcos, 4 millones más de los calculados para la realización. La película solo recuperó la séptima parte de la inversión y fue un fracaso comercial en EEUU y llevó a la bancarrota a la UFA, productora insignia del cine alemán.

VIERNES 13 Y EL REINO DE LA HEMOGLOBINA

Definitivamente la sequía de ideas de Hollywood es cada vez más patética, eso unido a la necesidad enfermiza por obtener dinero rápido, fácil y a montones, lo que no es nada criticable, pues debemos partir de que ante todo es una industria y poco le importa producir algún producto con cierta dosis de contenido artístico, esto le ha llevado a recurrir a realizar refritos o remakes de ciertas cintas que tuvieron exitos de taquilla hace algunos años. Esto a propósito de la llegada a nuestros cines de la película Viernes 13 del director Marcus Nispel.

¿Porqué esta cinta es escogida y qué representa dentro del cine de terror?.
La respuesta o las respuestas son varias, pero se pueden concretar en que la figura del asesino serial Jason Vorhooees es parte de la iconografía del genero junto a otro monstruo como Freddy Krueger personaje principal de otra cinta de culto, ''Pesadilla en la calle Elm'', y que estas dos películas fueron exitos de taquilla en la década de los ochenta, tanto es así que el asesino de la mascara de hockey ha protagonizado 11 películas desde la primera aventura de la saga filmada por el olvidado Sean Cunningham en 1980.

El cine de fantástico juega con la muerte, el terror, lo sobrenatural y lo monstruoso, pero al ser un género tan amplio hace que se diversifique y se empiecen a crear categorías inferiores o subgéneros y es ahí que nacen el splatter y el slasher, donde se puede encasillar películas como Viernes 13.

Estos subgéneros surgen a finales de los 70 como una necesidad comercial ante el estancamiento y la crisis de ideas que el cine de terror estaba pasando, no nacen como ideas originales, al contrario reciclan algunos tópicos de las cintas clásicas del género. Por ejemplo en el caso de Jason sus antecedentes fílmicos debemos buscarlos en personajes como Norman Bates el sicópata asesino de Psicosis de Alfred Hitchcock (1960), el fotógrafo asesino Mark Lewis interpretado por Karlheinz Bohm de la película El fotógrafo del pánico (1960), del británico Michael Powell Leatherface el loco de la motosierra de Matanza en Texas de Tobe Hooper (1974) y Michael Myers el demente que asesina a sus víctimas oculto tras una mascara en Halloween (1978) de John Carpenter y del cual se hizo un remake en el 2008 dirigido por el cantante de rock, Rob Zombie, por supuesto el sicokiller de Viernes 13 no esta a la altura de sus dignos antecesores.

El splatter se caracteriza por unos efectos especiales bien elaborados que muestran la desmembración de los cuerpos, acompañado del derramamiento de grandes cantidades de sangre artificial y vísceras, sus personajes tienen maquillajes elaborados con latex y silicón lo que les proporciona una presencia entre grotesca y horrible.

En cambio el slasher ( termino que viene de corte o cuchillada) tiene como elemento básico la presencia de un sicópata o asesino en serie que persigue a jóvenes que invaden su territorio o va en busca de venganza por algún trauma de infancia, siempre acompañada de una colección de armas que raya en la exageración , que van desde el cuchillo hasta la motosierra.

Existen elementos que relacionan a las dos tendencias como son su bajo presupuesto que los hace caer en la denominada Serie B, recurrir al miedo más primario entre los espectadores, fuertes dosis de humor negro y lo más importante, este tipo de cintas van dirigidas especialmente al público juvenil, consumidor nato de este tipo de productos, por eso se justifica la presencia de actores juveniles en estas películas.

En cuanto a las cintas en que se han inspirado, debe mencionarse La noche de los muertos vivientes (1968), y El día de los muertos vivientes de George Romero (1978), Bahía de Sangre de Mario Bava (1971), y Navidades sangrientas de Bob Clark (1974).

Los películas de este tipo tuvieron su máximo esplendor durante la década del 80, aunque no todos los títulos rodados de manera industrial eran malos, se destacaron algunos que se convirtieron en cintas de culto y les dieron la oportunidad a sus directores a lanzarse a la dirección de proyectos más ambiciosos y taquilleros, podemos citar tres ejemplos como el de Sam Raimi que dirigió y produjo la hilarante y siniestra Evil dead o posesión diabólica (1982) sobre un grupo de jóvenes que se instalan en una cabaña y son atacados por espíritus malignos que los convierten en zombies en medio de una lluvia de sangre, posterior al éxito de esta película, Raimi ha dirigido las exitosas cintas de Spiderman.

Le sigue Wes Craven que dirigió La colina tiene ojos en los 70 y revitalizó la tendencia realizando dos títulos emblemáticos como Pesadilla en la calle Elm (1984) y Scream (1996). Peter Jackson otro director que en su Nueva Zelanda natal rodó Braindead o Tu mamá se ha comido a mi perro (1992) compendio de todo lo grotesco y repulsivo del género, por supuesto eso no impidió que Jackson posteriormente lograra la gloria al dirigir la trilogía del Señor de los Anillos.

Después de un proceso de decadencia por el uso y abuso de sus personajes icónicos, Jason tiene una saga de 12 películas que lo ha llevado incluso a matar al espacio, Freddy y sus pesadillas tiene 5 versiones y una serie de tv, la corriente se mantiene e incluso ha tomado nuevos bríos mostrando cintas interesantes como Cabin Fever (2002) jóvenes aislados en una cabaña y sometidos al acecho de un virus mortal, Hostel (2005) de Eli Roth cinta con fuertes dosis sadomasoquista en contra de jovenes turistas , Los renegados del diablo de Rob Zombie (2005), seguimiento de los crímenes cometidos por una banda de asesinos, o la inquietante Alta tensión del francés Alexander Aja (2004) una onírica cinta donde se confunde la realidad con la imaginación con un final aterrador.

Y la desternillante Grindhouse de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez (2007) dos películas en una llenas de invención y morbo.

Lo que significa que mientras exista el morbo por la muerte y la sangre, Hollywood y sus mercaderes seguirán produciendo vísceras en cantidades industriales.

Películas Básicas
Psicosis (1960)
La matanza de Texas (1973)
Black Christmas (1974)
Halloween (1978)
Viernes 13 (1980)
Cumpleaños Mortal (1980)
The Burning (1981)
La casa de los horrores (1981)
San Valentín sangriento (1981)
Sleepaway Camp (1983)
Pesadilla en Elm Street (1984)
Noche silenciosa, noche de muerte (1984)
Inocentada Sangrienta (1986)
Deliria (1987)
Muñeco diabólico (1988)
Scream (1996)
Se lo que hicisteis el último verano (1997)

Demetrio Aguilera Malta, el fabulador de lo cholo

La presencia del Grupo Guayaquil en la historia de la literatura ecuatoriana es imprescindible. Cada uno de sus integrantes forjó con sus obras momentos clave de nuestra identidad cultural. Uno de ellos, Demetrio Aguilera Malta, cumpliría hoy cien años de nacimiento. A este autor ningún género le fue ajeno. Incursionó en el cuento, la novela, el teatro y hasta en el cine, por lo cual su obra, llena de matices narrativos innovadores, adornada de magia y realidad, continúa viva.Aguilera Malta nació en Guayaquil, el 24 de mayo de 1909. Fue hijo de Demetrio Aguilera Sánchez, antiguo combatiente de las montoneras alfaristas, y de Teresa Malta.

Aguilera Sánchez se dedicó al comercio y a la agricultura, estableciendo su negocio en la isla San Ignacio, ubicada en el Golfo de Guayaquil. En sus travesías fluviales llevaba de acompañante a su hijo Demetrio. Estos viajes fueron uno de los elementos inspiradores de la literatura del autor. El contacto con el río Guayas, el entorno geográfico del perfil costanero, las islas intrincadas llenas de manglares y sus habitantes, los cholos, se convirtieron en protagonistas de sus obras.

Dos escritores ejercieron una fuerte influencia en su formación intelectual: José de la Cuadra y Joaquín Gallegos Lara, líder del Grupo Guayaquil. Aguilera se distinguió por ser un lector voraz. Fue inmenso su afán por conocer y aprender. Sus lecturas: Fedor Dostoievski, Thomas Mann, Benito Pérez Galdós y León Tolstoi, que le dieron herramientas para tornear psicológicamente a sus futuros personajes de novelas.

En teatro su favorito fue Eugene O’Neill. También Rafael Valle Inclán, que dio al autor la tendencia hacia lo esperpéntico con que ilustró sus novelas y cuentos. Aguilera Malta participó en la formación del partido Socialista en 1926, aunque luego dejó la militancia por considerarla incompatible con las tareas del escritor. Sin embargo, no abandonó las inquietudes políticas de izquierda.

Ejerció el magisterio en universidades extranjeras. Fue subsecretario de Educación en 1937 y en 1943. En este último año fue nombrado director del Museo Único en Quito. Ingresó a estudiar Derecho en la Universidad, pero dejó trunca la carrera.

Sus inclinaciones por el dibujo lo llevaron a matricularse en la Escuela de Bellas Artes. No terminó la carrera, aunque siguió realizando ilustraciones para exposiciones y portadas de libros. Desempeñó la docencia en el colegio Vicente Rocafuerte, y el periodismo en una columna de Diario EL UNIVERSO (1933).

Las necesidades económicas lo llevaron a manejar una pequeña fábrica de fideos. Y en medio de sacos de harina siempre tenía a mano su máquina de escribir para poder plasmar las historias que producía su fértil imaginación.

Sus inicios literarios se dieron en 1924, cuando publicó en la revista Cromos sus primeros poemas. Se reafirmó en ese género en 1927 al sacar en colaboración con el futuro historiador y diplomático Jorge Pérez Concha el poemario Primavera interior. Luego escribió el Libro de los mangleros, donde se atisbó su atracción por el mundo del cholo y el montubio.

El año 1930 fue una fecha clave para su vida y la cultura del país. Ecuador se debatía frente a la crisis económica causada por la caída de los precios del cacao y la ruina de los cacaoteros. El Estado estaba en un proceso de fortalecimiento de sus instituciones luego de la Revolución Juliana, mientras amplios sectores sociales irrumpían reclamando espacios en la sociedad. En este marco, Aguilera Malta junto a dos jóvenes guayaquileños, Enrique Gil Gilbert y Joaquín Gallegos Lara, publicó el libro de cuentos Los que se van, recopilación de relatos del cholo y el montubio, obra fundamental y revolucionaria en nuestra literatura, que sorprendió al medio cultural por la utilización de un lenguaje castizo y por la toma de partido por el hombre de campo como protagonista.

El joven guayaquileño era autor de ocho cuentos. Destacaba su estilo directo, trasladando el dialecto cholo al papel sin ningún cambio.

Cada relato destilaba pasión, ternura y violencia. Entre los que constaban El cholo que odió la plata, cuyo personaje es una especie de símbolo utópico: el hombre primigenio que no debe ser contaminado por el poder económico; El cholo que se fue pa Guayaquil, declaración de amor a su ciudad natal, pero también alegoría de cómo las urbes modernas pueden vampirizar al hombre del monte; y El cholo que se castró, lleno de violencia y sexualidad.

Hombre de carácter inquieto y cosmopolita, no dudó en partir a distintos lugares para conocer y comprender las realidades y culturas de otros países, por lo cual Benjamín Carrión le llamó judío errante con libreta de direcciones.

Se desempeñó en el ámbito diplomático en Chile, Estados Unidos y México. Este último sería su residencia desde 1958 hasta su muerte. El éxito le llegó con Don Goyo (1933), novela publicada por la madrileña editorial Cenit en su colección Panorama literario español e hispanoamericano. Don Goyo, personaje que linda entre lo humano y lo mítico, es la representación idealizada del cholo manglero, que simboliza la lucha del hombre por dominar a la naturaleza.

En 1936 viajó a España para estudiar Humanidades en la Universidad de Salamanca, donde le sorprendió la Guerra Civil. Ejerció de corresponsal de guerra. Tomó partido por el bando republicano y producto de esa experiencia publicó el libro titulado Madrid, reportaje novelado de una retaguardia heroica (1937) que fue traducido al ruso. Participó en el Congreso Internacional Antifascista en la ciudad de Valencia, donde se codeó con artistas de la talla de Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, André Malraux, David Alfaro Siqueiros, Pablo Neruda, entre otros.

Por esos años incursionó en el teatro. Llevó piezas de su autoría a las tablas, destacándose Lázaro (1941), que tuvo el récord de 1.000 presentaciones en todo el país, con la compañía de Ernesto Albán. En 1942 lanzó la obra La isla virgen, nueva incursión en el mundo del cholo y la cual contiene elementos narrativos que la entronca con Don Goyo y que logró éxito de ventas y críticas.

Producto de sus inquietudes artísticas produjo la película Cadena infinita (1949) en Santiago de Chile, que fue un fracaso. Pero no se amilanó y a continuación filmó en Brasil Entre dos carnavales (1951), con guión de la mexicana Velia Márquez, que luego fue su compañera sentimental.

A finales de la década de los sesenta América Latina se encontraba inmersa en el auge del realismo mágico. En ese marco Aguilera Malta publicó una de sus más logradas novelas, Siete lunas y siete serpientes, obra que marcó el fin de su trilogía del cholo iniciada con Don Goyo.

Siete lunas funde la realidad con el mito, inspirado en leyendas del Litoral pobladas de tintines y aparecidos, que debió haber escuchado durante sus viajes de juventud. Creó en la novela un microcosmos o universo propio con sitios como la mítica ciudad de Santorontón y la isla de Balumba, lugares donde las fuerzas del bien y el mal libran combates eternos y cuyos habitantes esconden terribles secretos de muerte y destrucción.

En esta obra de reminiscencias epopéyicas y mágicas, el autor logró establecer un puente entre ese mundo de magia de la hacienda La Hondura del relato Los Sangurimas, de José de la Cuadra, y el realismo mágico elaborado del Macondo de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

Demetrio Aguilera Malta falleció en México el 28 de diciembre de 1981, donde se desempeñó como embajador. En ese año recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo. Al morir dejó como último deseo que sus cenizas fueran esparcidas en el río Guayas, quizás para poder transitar sigilosamente como su personaje Don Goyo, vigilante eterno de los manglares costeños.

Batman 70 oscuro aniversario o 70 años del Caballero oscuro

En Mayo de 1939 la revista # 27 de la editorial Detective Comics (DC) titulada El extraño caso del sindicato químico, publica la primera entrega de las aventuras de un héroe enmascarado, criatura de la noche que acecha en las calles de la lúgubre ciudad Gótica. Los padres del personaje eran Bob Kane, dibujante y Bill Finger, guionista, de esta forma nacía Batman, el señor de la noche, uno de los más populares personajes de las viñetas o comics y que le disputaría el reinado de los superheroes al invencible Superman. Producto del éxito de esta introducción, Batman logro tener su propia revista a partir de 1940.

Batman es el millonario filántropo y empresario, Bruce Wayne, hijo del médico Thomas Wayne y Martha Wayne que son asesinados brutalmente durante un asalto. El crimen marcara la vida del joven Bruce llenándolo de deseos de venganza en contra de la delincuencia, ya adulto se somete a un duro entrenamiento físico y mental para combatir al crimen organizado de ciudad Gótica, verdadera selva de cemento, en donde reina la corrupción en todos los niveles. El nombre de Gótica es ilustrativo para poder darle ciertas características al personaje, pues la ciudad que se presenta en las viñetas es un lugar oscuro, lleno de una espesa neblina, con edificios gigantescos adornados con inquietantes gárgolas, elementos que recuerdan a las narraciones de terror gótico del siglo XVIII y XIX.

Batman para poder mimetizarse en ese ambiente sórdido y ocultar su identidad real se dota de un disfraz que consiste en una capucha con orejas puntiagudas que le cubre parte del rostro , junto con una capa y un traje negro, que le dan el toque de un murciélago, el ser nocturno por excelencia.

Una cosa del personaje que marca diferencia con otros superhéroes es que no posee poderes sobrenaturales, toda su fortaleza se basa en su ingenio, astucia y excelente fuerza física, experto en artes marciales utiliza la tecnología para fabricar sus propias armas que van desde los explosivos, boomerang, armas cortas hasta el sofisticado batimovil.

Además Batman posee matices que lo convierten en un ser lleno de contradicciones a diferencia de los otros héroes que son completamente planos como es el caso de Superman que raya en la santidad, en cambio el enmascarado es un ser mentalmente inestable, atormentado por la muerte de sus padres lleno de ira y amargura, condenado a llevar una doble vida remitiéndonos al mito de Jeckyll y Mr Hyde, dotando al personaje de una gran riqueza sicológica con tintes freudianos. En los sociológico representa el limite de lo correcto socialmente, rozando con la ilegalidad, pues la policía confía en él para hacer los trabajos que ella no puede legalmente hacer, convirtiéndose en una especie de vigilante vengador que utiliza métodos nada expéditos.

Evolución del Comic

El personaje tuvo su apogeo desde el primer número en donde comparte escenarios con Gatubela y el Joker. Robin aparece en el #38 en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial Batman asume su papel patriótico combatiendo contra espías nazis y otros elementos enemigos del país.

Durante la década del 50, adquiere rasgos más fraternos, suavizando un poco los rasgos más violentos del personaje, en el número 52 comienza su colaboración con Superman. Es durante este tiempo que los argumentos comienzan a girar sobre temas de ciencia ficción, su lucha se dirige contra alienígenas y otros seres del espacio exterior.

Los 60 marcan el comienzo del declive del comic, debido a los constantes cambios en la linea argumental manejada por la empresa editora, además los personajes del mundo del comic comienzan a ser observado por sicólogos que ven la fuerte influencia que ejercen en el comportamiento de los infantes y jovenes, Batman no escapa a la escrutadora mirada de los expertos que teorizan sobre una supuesta tendencia homosexual del personaje por su relación sobreprotectora con Robin.

Las ventas se recuperaron parcialmente coincidiendo con el estreno de la serie de Tv que estuvo en el aire desde 1966 hasta 1969, una vez que la serie fue cancelada, las ventas volvieron a caer estrepitosamente. Por lo que la existencia del héroe peligraba, hasta que de la mano del guionista Dennis O'neil y el dibujante Neal Adams, le devolvieron el aura oscura de sus origines lo que permitió cierto nivel de aceptación por parte de los seguidores. Pero a pesar de todo la serie iba poco a poco languideciendo.

El levantamiento definitivo se produce de la mano del genial y polémico Frank Miller que había colaborado en DC Comics en la serie de Daredevil y aportó con la creación del personaje de Elektra. Miller se encarga de darle una vuelta de tuerca a todo lo que se refiere al mundo del hombre murciélago, escribiendo la novela gráfica Batman el regreso del señor de la noche en 1986, comic adulto y crepuscular que nos trae a un Batman cargado de años que retoma su trabajo de vigilante nocturno. Miller nutre al personaje de elementos completamente góticos, dotando a los ambientes de la obra de una atmósfera opresiva, cargada de violencia y fatalismo, dando ese aire de cine y novela noir del que el escritor se declara ferviente admirador, hay que recordar que el es también el autor de esa joya que es Sin City.

El éxito de ventas no se hizo esperar, lo que forzó a Miller a escribir otra obra a la que dio por título Batman: año uno (1988), que también se corono con un triunfo comercial, en ella Miller, da un giro al origen del personaje y de su amigo de lucha el comisionado James Gordon. Con estas dos obras Batman se aseguró la entrada definitiva al Olimpo de los superheroes y atrajo a gran número de guionistas y dibujantes para seguir contando sus historias, como el caso de Alan Moore creador de los Wachtmen, que produjo otra obra maestra del caballero oscuro que es La broma asesina (1988).

Batman y el cine

El hombre murciélago por tener características tan especiales y ser una mina de oro en ventas, ha sido objeto de atención por parte de los productores de cine y TV, que han tratado de llevar sus aventuras a la pantalla.

En los 40 se dieron intentos para llevar al personaje a la televisión, Lewis Wilson actúa en un serial de 13 episodios. En 1949 se produjo la serie Batman y Robin con el actor Robert Lowery en el papel de Batman. La cadena de televisión ABC en 1966 produce la serie Batman interpretada por Adam West en el papel del encapotado y Burt Ward que encarnaba al joven maravilla, la serie se produjo hasta 1969 y tuvo buena aceptación de público, más no entre los incondicionales del personaje que la repudiaron de inmediato. El problema es que la serie tenia un ambiente completamente diferente al del comic, todo se desenvolvía en un aire de tendencia hippie, moda pop, y los villanos eran completamente acartonados. Adam West convertía a Batman en una verdadera caricatura desprovisto de su esencia original, además de que en lo físico estaba pasado de peso. La serie apostó con los personajes invitados y los villanos, que eran actores de fama en ese momento como es el caso de César Romero que interpretaba al Joker, Burguess Meredith en el del pingüino, Julie Newmar como Gatubela y Vincent Price como Cascarón. Incluso en 1966 con todos estos personajes se produjo una película para cine dirigida por Leslie Martinson.

El personaje tuvo que esperar hasta 1989 para su resurrección a manos del director Tim Burton que logro devolverle todas sus características originales , dotándole de ese aire de misterio que es parte de su estilo, Batman fue interpretado por Michael Keaton acompañado de Kim Basinger y Jack Nicholson en el papel del Joker que hizo una actuación cargada de histrionismo, opacando a los otros actores. La cinta fue un éxito de taquilla, lo que hizo que los productores hicieran una secuela repitiendo en la dirección Burton y en el papel de Batman el mismo Keaton, la cinta Batman Forever (1992) nos revela el origen de El pingüino interpretado magistralmente por Danny de Vito y en el de Gatubela la hermosa Michelle Pfeiffer que le da a su personaje una dualidad sicológica comparable a la de Batman. Con el éxito asegurado, Hollywood trato de seguir sacando tajada de la saga, pero Burton se negó y contrataron a Joel Schumacher que dirigió dos films bastante malos, verdaderos bodrios titulados Batman Forever (1995) con Val Kilmer como Batman y Batman y Robín (1997) con George Clooney como el caballero oscuro, las dos cintas fueron fracasos de taquilla y gracias al sr Schumacher el personaje fue condenado al ostracismo por ser considerado veneno de taquilla, nadie se atrevía a retomar la saga. En televisión se haría una serie animada que se mantiene hasta la actualidad.

Hasta que Christopher Nolan se atreve y dirige Batman Begins (2005) con Christian Bale como el caballero de la noche junto a una pleyade de primeros actores como Michael Caine, Gary Oldman, Kathy Holmes, Liam Neeson y Morgan Freeman. La película tiene gran aceptación de público y crítica por su originalidad en el tratamiento del tema del origen de Batman, logrando impregnar las locaciones de esa aura de película policiaca y mostrando al héroe como un ser atormentado que renuncia a llevar una vida normal para comvertirse en un justiciero.

Esto permite a Nolan volver tras las cámaras con The Dark Knight, ( 2008), en donde Batman entabla combate con uno de sus más feroces enemigos el Joker, magistralmente interpretado por Heath Ledger, el actor australiano borra de un plumazo la interpretación de Jack Nicholson y alimenta a su personaje de una vitalidad destructiva que arrasa con todo lo que tiene a su alcance, es la encarnación total de la maldad. Nolan llena la película de simbolismos que ilustran sobre la naturaleza humana y los delgados limites entre el bien y el mal, componiendo una verdadera obra maestra, cerrando de manera magistral la saga.

Lo que nos permite vaticinar que el Señor de la noche continuara su vigilancia contra el mal desde el papel y el celuloide.

Aliados de Batman

Robin.- Llamado joven maravilla, aparece en el #38 en 1940, tres personajes han ocupado su identidad Dick Grayson, Jason Tod y Tim Drake. Una curiosidad, el personaje de Jason Tod fue eliminado de la serie después que la editorial realizara una encuesta preguntando al público si quería que Robin mueriera, la respuesta fue positiva y fue asesinado por Joker en la saga una muerte en la familia.

Alfred Pennyworth.- Mayordomo de Bruce Wayne, y una especie de padre adoptivo, se encarga de ayudar a Batman en todo. Apareció en el #16 (1943)

Batichica.- Ayuda a Batman a combatir el crimen en ciudad Gótica, es Barbara Gordon, de profesión bibliotecaria e hija del comisionado Gordon. Sale en el #139 (1961)

James Gordon.- Oficial de policía de ciudad Gótica, aliado del encapotado en su lucha contra la delincuencia organizada, aparece en el #27 (1939).

Enemigos de Batman

Catwoman (Gatubela).- Ladrona vestida con disfraz de gato, siente una atracción afectiva por Batman. Aparece en el #1 de la serie Batman .(1940)

Joker.- Ladrón y asesino sicótico, dotado de un sentido de humor perverso, es el adversario más temible del héroe. Aparición en el #1 de la serie Batman (1940)

Riddler.- Delincuente aficionado a los acertijos y enigmas, aparece en el #140 (1948)

El espantapajaros.- Dr Jonathan Crane especialista en sicología, que utiliza para desquiciar la mente de sus rivales. Aparece en el #3 de la serie World's Finest comics. (1941)

Dos caras.- Fiscal Harvey Dent, producto de un atentado con acido por parte de la Mafia enloquece y se convierte en un criminal. #66 (1942)

El pingüino.- Peligroso asesino vestido elegantemente con sombrero de copa y frac, dirige el circo del Círculo Rojo, bajo y regordete, tiene gusto por las aves, de ahí su apodo. Aparece en el #58 (1941).

Como dato curioso, la mayoría de estos villanos tienen problemas mentales y cuando son capturados por Batman son enviados al asilo llamado Arkham,. Este nombre es un homenaje al lugar en donde se desarrollan las tramas de las narraciones de horror del escritor Howard Lovecraft, uno de los maestros del género de terror.

George Melies, innovador del cine

En la actualidad se nos hace tan común ir a ver una película y maravillarnos con sus efectos especiales, no importa el género, estos están ahí para sorprendernos y despertar nuestro asombro visual. Incluso se han vuelto tan necesarios que han derivado en una verdadera industria como es el caso de George Lucas y su compañía Industrial Light & Magic (ILM).

Por ser tan cotidianos nunca nos hemos puesto a pensar si siempre fue así. Toda esta parafernalia se lo debemos a un genial francés que vio en el cine un arte que podía hacer realidad nuestros sueños más locos o quizás nuestras más recónditas pesadillas, y para eso era necesario agregarle magia al naciente arte. Este francés se llamaba George Melies. ¿Pero quién fue Melies? ¿Qué hizo o en qué contribuyó para revolucionar el mundo del cine?.

Melies nació en París en el boulevard Sain-Martin en 1861, hijo de un artesano de la zapatería, desde joven tuvo una habilidad innata para la pintura y el dibujo, optando por estudiar en la escuela de Bellas Artes.

El contacto con las herramientas y máquinas de la zapatería de su padre le hizo interesarse por la mecánica, pero este hombre multifacético, dotado de un espíritu inquieto y deseoso de conocer todo lo relacionado con esta técnica se dedica a los más diversos oficios: albañil, electricista, periodista etc.

Parte a Inglaterra, y durante su estancia en Londres, hubo una actividad que le llamaría la atención y que le cambiaría la visión de las cosas, la magia, esta actividad le pareció interesante y comienza a trabajar con mister Maskelyne, director del famoso Egyptian Hall. Melies observa con atención la combinación de ilusionismo y teatro, dos elementos artísticos que utilizaría de forma maestra en la creación de sus futuras películas.

En 1896 regresa a París y compra una pequeña sala llamada Teatro de las ilusiones y antigua propiedad del mago Robert Houdin, en cuyo homenaje Melies bautizaría al nuevo local.

En su nuevo teatro realiza funciones de magia utilizando proyecciones de fotografías y dibujos sobre cristal.

Interesado por el invento de los hermanos Lumiere, Melies quiere comprar uno de sus proyectores, pero estos se negaron al asegurarle que ese invento no era más que una moda y que pronto no sería de ninguna utilidad. Pero esta negativa basada en un absurdo que el tiempo se encargaría de desmentir, no lo desilusiona y compra un aparato llamado bioscopio y le realiza algunas adecuaciones para poder proyectar películas y pasar impresiones fotográficas.

En el mismo año de 1896 logra proyectar películas de la casa Edison. En ese momento descubre que también quiere realizar films y dirige su primera obra titulada ''Juego de cartas''.

Después de esa primera experiencia personal con el cinematógrafo, la carrera de Melies se convierte en un verdadero campo de experimentación. En Marzo de 1897 construye en Montreuil-Saus-Bois el primer estudio cinematográfico de la historia, verdadero complejo lleno de laboratorios y equipos para realizar cine.

En 1900 filmaría ''El hombre orquesta'', donde se mostraba desdoblado en siete personajes diferentes, esto lo hacía mediante la técnica de las sobreimpresiones. Con este sistema realizaría posteriormente ''Las cartas animadas'' (1905), donde interpretaba el papel de un mago y al mismo instante la figura del rey de la baraja, convirtiéndose en una proeza técnica para la época.

¿Cómo logró Melies estos avances en el uso técnico del cine?, o mejor dicho ¿cómo pudo filmar este tipo de trucos?

El lo cuenta en sus memorias: ''Un día estaba tomando vistas en la Plaza de la Opera, cuando se me bloqueó la cámara. En el breve intervalo transcurrido entre la toma de vistas y su reanudación, los transeúntes y los vehículos habían cambiado. Al proyectar la película impresionada, vi que un ómnibus se había transformado en un coche fúnebre, los hombres en mujeres, y viceversa. Acababa de descubrir el truco de las sustituciones (o transformaciones). Gracias a este sencillo artificio empecé a realizar las primeras fantasías cinematográficas''.

Aunque este truco ya había sido incorporado por Edison, Melies lo llevo más allá, igual hizo al introducir la técnica del color en algunas de sus películas, algo nuevo en ese momento. El director pintaba con acuarelas especiales cada uno de los fotogramas ejemplo de esto, son sus cintas: ''Si yo fuera rey'', ''El reino de las hadas'' y ''Sueño de una noche de verano''.

Otro aspecto innovador de Melies, es dotar al cine de un lenguaje narrativo propio, pues sus cintas aparte de ser cintas fantasiosas, las dota de argumentos dándoles un matiz diferente. Su pasión por la literatura lo lleva a realizar adaptaciones como la cinta arriba mencionada basada en la obra de Shakespeare, mención aparte su obra maestra, ''Viaje a la luna'' (1902), cinta llena de asombrosos efectos especiales y de innovaciones técnicas. La película está basada en la obra de Julio Verne,. Pero aparte de esas características técnicas, Melies también es responsable de introducir el erotismo en el cine, ojo a las chicas que despiden a los viajeros espaciales, todo un canto a la carne.
Otro aspecto que Melies no veía con buenos ojos era el tipo de cine documental que los Lumiere realizaban, lo veía demasiado frío y desfasado, le da un giro de tuerca a eso y crea el llamado género de actualidades reconstruidas, haciendo películas que ficcionaban la realidad, como por ejemplo, filmó una representación de la coronación de Eduardo VII de Inglaterra, o una reconstrucción del terremoto en la isla Martínica, todo un antecedente del llamado falso documental.

La decadencia de este cineasta comienza en 1909. El cine se convierte en una industria y Melies era un artesano. Sus competidores como Pathe y Gaumont comenzaron a implementar el sistema de alquiler de copias, mientras que Melies las continuaba vendiendo, pronto fue desbancado. Esto unido al estallido de la Primera Guerra Mundial, la crisis económica, los pleitos judiciales con las casas distribuidoras, la pérdida de su teatro por deudas y su estilo que ya no era del agrado del público se tradujeron en el acabose de su carrera, tuvo que verse forzado a vender decenas de sus películas que fueron a parar a la bodega de un fabricante de barniz para zapatos, la mayoría de estas cintas se destruyeron o perdieron debido al material inflamable con que estaban elaboradas estas películas, pérdida irreparable para el mundo del arte.

Para poder sobrevivir Melies junto a su esposa instalaron un pequeño local de venta de golosinas y juguetes en la estación de Montparnase. En la década de los veinte fue redescubierto por los surrealistas que se sintieron identificados en el estilo mágico y vanguardista de sus filmes, estos lo reinvindicaron y lograron que el cineasta fuera puesto nuevamente en la palestra de la luz pública, en 1931 recibe la Legión de Honor por sus servicios prestados al arte. Fue uno de los propulsores para la creación de la Cinemateca Francesa. Melies muere en 1938 en la casa de jubilación de la «Mutua del cine».

El legado de George Melies es gigantesco, innovador y vanguardista, doto al cine de su incipiente lenguaje propio llevándolo a cotas sorprendente y haciéndolo universal, revoluciono el invento de los Lumiere dándole al cine esa aura de fantasía y magia. Sin él, el cine y todo lo que representa, sus efectos especiales, la ciencia ficción, no hubieran existido, por eso Melies es grande entre los grandes.

viernes, 17 de abril de 2009

Cortázar


Hay una frase dicha por Julio Cortázar en 1981, luego de superar una crisis gástrica que lo envió al hospital, y que dice: “No me mandó a mirar las flores del lado de las raíces de puro milagro”. El humor era uno de los signos característicos del escritor argentino.De padres argentinos vinculados a la diplomacia, nació por accidente en Bruselas, Bélgica, en 1914. Posterior a su nacimiento, la familia se trasladó a Suiza, luego a España, para finalmente regresar a Argentina. Su madre fue la que lo impulsó a desarrollar la lectura como una actividad cotidiana siendo un niño, cuando cayó postrado en una cama producto de una enfermedad.

La literatura de Cortázar tiene sus raíces en esa época, con dos autores que lo influyeron: Edgar Allan Poe, con sus cuentos, que hicieron que cultivara ese género permanentemente, y al que rindió homenaje en uno de sus relatos titulado Manuscrito hallado en un bolsillo, incluido en su libro de cuentos Octaedro (1974); y el francés Julio Verne, al que también homenajeó en su obra La vuelta al día en ochenta mundos. Y una obra capital, Opio, de Jean Cocteau, texto lleno de subjetivismo.

Bajo ese influjo, la obra de Cortázar, en especial sus cuentos y novelas, está cargada de elementos en muchos casos surrealistas, con personajes aplastados en la cotidianidad y el hastío, con dosis de irracionalidad. Pero también se juntan lo inexplicable, lo fantástico, con un psicologismo depurado, que en muchos casos descoloca al lector.

En 1938 publicó su primer libro de poemas, Presencia, con el seudónimo de Julio Denis. En 1947 escribió el cuento Casa tomada, de tinte fantástico. Jorge Luis Borges se mostraría encantado con ese texto, que lo hizo publicar en la revista Anales, de Buenos Aires, con ilustraciones de su hermana Norah.

En la época que se dedicaba a la enseñanza universitaria, tuvo su primer encuentro con la política. Eran los tiempos del peronismo y Cortázar mantenía una postura crítica con ese movimiento, lo que lo llevó a presentar su renuncia.

A los 37 años (1951) recibió una beca del gobierno de Francia y se trasladó a París, en donde se instaló de manera definitiva, pero sin olvidar las raíces latinoamericanas. Luego trabajó como traductor en las oficinas de la Unesco. Con la publicación de Rayuela (1963) le llegó el éxito literario y se convirtió en una celebridad. Desde entonces se dedicó exclusivamente a las letras.

En el manejo del cuento su calidad es indiscutible. El propio autor consideraba, en una comparación un poco hilarante, que escribir cuentos era como manejar una bicicleta: que siempre había que mantener un buen ritmo hasta llegar a un final que atrapara al lector.

Unos elementos que tienen presencia en su obra son el jazz y las ciudades de Buenos Aires y París, que son constantemente mencionadas en sus textos. Cortázar fue un gran melómano. El cuento titulado El perseguidor tiene como eje ese ritmo musical, aparte de estar inspirado en la figura del famoso Charlie Bird Parker. Pero es la novela Rayuela la que ha marcado su obra literaria. Lo que ha nublado parcialmente el resto de su producción.

Esa obra la publicó en pleno boom de la literatura latinoamericana. Autores como Vargas Llosa, Juan Rulfo, Mario Benedetti y Gabriel García Márquez eran la referencia obligada del momento. El realismo junto con la denuncia política y la magia típica del mundo americano estaban presentes en esos autores. Con Rayuela todo tiene un antes y un después. Incluso los críticos hallan una situación similar con el revuelo que causó el Ulises de James Joyce.

Rayuela es una novela con un fuerte contenido psicológico, subjetiva, que rompe la linealidad de la narración tradicional. Combina filosofía, surrealismo, pensamiento político. Fue una verdadera ruptura. Es imposible encasillarla dentro del conjunto de toda la tendencia del momento. Esta obra se convirtió en objeto de culto para la intelectualidad, y fue referencia obligada e inspiradora de gran parte de los escritores que vendrían después.

La vida política del escritor argentino estuvo ligada con su obra literaria. Cortázar siempre se consideró un hombre de izquierda, pero crítico con los excesos que se cometen en nombre de las transformaciones. Su aversión al peronismo lo impulsó a abandonar su país y a exiliarse voluntariamente en Europa. No obstante, siempre se mostró preocupado por la suerte de su continente.

Simpatizante de la Revolución Cubana, esa situación no le hizo cerrar los ojos ante los desaciertos de la revolución, en especial en el tratamiento a escritores opositores, como el caso del poeta Herberto Padilla.

Visitó Chile en 1970 para manifestar su solidaridad con el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende. Apoyó a las fuerzas revolucionarias nicaragüenses durante la dictadura de Anastasio Somoza.

En enero de 1973 realizó una visita al escritor Jaime Galarza Zavala, quien permanecía detenido en el penal de Quito, durante la dictadura de Rodríguez Lara. Cortázar realizó una campaña de solidaridad en Europa que logró la liberación del escritor.

El autor de Rayuela falleció en París el 12 de febrero de 1984, hace 25 años. Está enterrado en el Cementerio de Íconos de Montparnasse, en París. La editorial española Alfaguara publicará en mayo un conjunto de sus textos inéditos y dispersos, bajo el título de Papeles inesperados, una obra que forma parte de los homenajes que se le están rindiendo a este innovador escritor argentino.


Cine y literatura


Con el estreno de la cinta El niño con el pijama a rayas basado en la novela homónima de Joh Boyle, se ha puesto nuevamente sobre el tapete sobre que tan fiel puede ser la traslación de una obra literaria al cine, y el eterno debate entre la relación que existe entre literatura y cine y la influencia que hay entre estas dos corrientes artísticas.

Para empezar se debe determinar que el cine utiliza la imagen para captar la atención y la emoción del espectador, mientras que la literatura usa la palabra para crear imágenes imaginarias en la mente del lector que van a despertar su sensibilidad.

La relación entre cine y literatura no es nueva, desde que los hermanos Lumiere inventaran el cinematógrafo se trató de darle un contenido culto a las películas, esto por la mirada despectiva de ciertas elites que consideraban al cine como un arte menor, un espectáculo de feria o barraca, exclusivo para las clases bajas. Para dotarle de calidad surgió la idea de incorporar las obras clásicas del teatro al cine para darle un contenido artístico, incluso grandes artistas de las tablas se incorporaron al experimento que recibió el nombre de Cine de Arte. A este tipo de cine se le dio el nombre de Teatro fotografiado y resultó un fracaso por adolecer de actuaciones sobrecargadas, típicas de su origen teatral. A pesar de este traspié, el cine comenzó una estrecha relación con la literatura y buscó nuevos caminos para realizar adaptaciones literarias, es necesario decir que adaptar un libro al celuloide no es nada facil, hay que mencionar que una adaptación no debe ser un calque completo del libro, más que todo cuando hay obras literarias que son demasiado voluminosas y por esa extensión es casi imposible trasladarlas a la pantalla, por lo que, lo más correcto es sintetizarla, y en eso el cine puede ayudar, pues la utilización de la imagen servirá en muchos aspectos para lograr esa síntesis narrativa que carece la obra, otro aspecto importante es mantener el espíritu del escritor, este es quizas el aspecto más importante, pues sin ella una película no sería otra cosa que un envoltorio completamente vacio.

Las adaptaciones no se hicieron esperar, George Mèlies, el creador de los efectos especiales y director de películas geniales, se inspiró en Julio Verne y su obra De la tierra a la luna para realizar su cinta Viaje a la luna (1902). En Alemania durante la década del veinte, aparece una corriente en el cine llamada el Expresionismo, que explora los rincones más oscuros de la naturaleza humana, esta tendencia toma como referentes muchas de las novelas de tipo gótico o de horror, tal es el caso de la novela Dracula (1897) del británico Bram Stoker, llevada a la pantalla por Friedrich Murnau con el nombre de Nosferatu (1922) , para no tener que pagar derechos de autor, otro caso es el de la obra El Golem de Heinrich Meyrick, que también es llevada a la pantalla.

Con la aparición del sonoro en el cine, empezó una fiebre por llevar obras literarias al celuloide, en especial en los Estados Unidos, en donde escritores que posteriormente se convirtieron en iconos de la literatura contemporánea norteamericana en géneros como el drama y la literatura negra, se convirtieron en guionistas de los grandes estudios de Hollywood, tal es el caso de autores de la talla de Francis Scott Fitzgerald, William Faulkner, Raymond Chandler, Danshiel Hammet, Mickey Spillane, James Cain, Ernest Hemingway entre otros. Incluso muchas de las grandes películas de la edad de oro de los grandes estudios son basadas en sus guiones u obras.

Pero las adaptaciones literarias en especial de los grandes clásicos no siempre han llegado a buen puerto, hay unos que han tenido resultados mediocres o han fracasado por falta de presupuesto ejemplos al cántaro, Troya el bodrio dirigido por Wolfgang Petersen que no logró plasmar la riqueza del poema homérico, otro caso pero ya en el plano económico es el de Don Quijote, que a pesar de tener decenas de adaptaciones con desiguales resultados, han existidos dos proyectos para filmar la vida del personaje de la triste figura que fueron abandonados por falta de dinero, uno llevado a cabo por el inmenso Orson Welles (1957) y el otro por Terry Gilliam que estaba protagonizada por Johnny Depp (2000) , es una lastima no haber podido visualizar estas dos obras con el sello personal de estos grandes directores, de la obra de Welles, existe una versión en dvd armada por su guionista Jesús Franco y de la película de Gilliam hay un documental titulado Lost in La Mancha. Los libros medievales como el Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972), y obras como Las mil y una noches (1974) y las tragedias griegas como Edipo (1967) y Medea (1969), fueron adaptadas magistralmente por el italiano Pier Paolo Passolini recibiendo premios en festivales y el aplauso de la crítica, incluso la novela de Gunther Grass, El tambor de hojalata se llevó un Oscar en 1979 por mejor película extranjera dirigida por el alemán Volker Schlondorf.

Los llamados best sellers han gozado de mejor fortuna, (muchos críticos literarios los ponen por el suelo por considerarlos una escritura inferior en la literatura), muchos se han convertido en éxitos de taquilla, caso de la empalagosa Lo que el viento se llevó , de Margaret Mitchell, que no solo arrasó con la taquilla sino que se llevó 10 premios Oscar, El Padrino de Mario Puzo, fue un éxito de ventas en las librerias, y un éxito de público y crítica en el cine, convirtiéndose en una trilogía que ocupa un lugar importante dentro de la historia del séptimo arte.

En los últimos años la relación peligrosa pero necesaria entre estos dos artes, se ha incrementado, ante la carestía de ideas de la industria no han tenido otra alternativa que meter mano a toda obra que encuentre a su alcance y que sepa que tiene asegurada buena taquilla, para pagar una buena millonada por derechos de autor y recuperar con creces esa inversión. En unas ocasiones ha salido airosa con películas como la trilogía de El Señor de los Anillos basada en la obra de J. R. Tolkien (2001_2003) dirigida por Peter Jackson, que ha logrado premios y buenos comentarios de la crítica, El perfume de Patrick Suskind (2005) dirigida por el realizador alemán Tom Tykwer, Expiación de Ian Mcewan (2008) dirigida por el director londinense Joe Wright , Soy leyenda de Richard Mathesson (2007) dirigida por Martin Lawrence, Este no es país para viejos, novela de Corman Mccarthy que obtuvo varios premios en diversos festivales del mundo dirigida por los Hermanos Coen, . Este éxito se debe a una combinación de espectáculo y excelente dirección artística lo que asegura una excelente película.

Esto demuestra que la influencia entre estos dos lenguajes estéticos se va a incrementar con el paso del tiempo, así que a esperar las nuevas adaptaciones que el cine nos esta anunciando como Seda de Francois Girard, basada en la novela de Alessandro Baricco, Elegy, la versión cinematográfica de la novela de Philip Roth, The dying animal dirigida por Isabel Coixet

Y así poder de esta manera comprobar si es mejor la novela que leímos o la película que vimos.

Breves

William Shakespeare es el autor que más veces ha sido adaptado a la pantalla, 307 versiones se han contabilizado aproximadamente, Hamlet lleva la delantera con 74 versiones. El bardo ingles ha sido llevado al celuloide por directores tan dispares como el clásico Sir Laurence Olivier, pasando por los vanguardistas Baz Luhrman y Julie Taymor, los innovadores como Roman Polansky, Akira Kurosawa, Orson Welles y el experimental Kenneth Branagh.


El genero de Terror ha llevado a la pantalla los monstruos clásicos como Dracula y Frankenstein, creados por la pluma de Bram Stoker y Mary Shelley, decenas de versiones de estos personajes han sido realizadas por los estudios Universal y Hammer en la década del treinta y los 50 y 60 respectivamente.

La ciencia ficción nos ha trasladado con su poder de anticipación a los mundos creados por H. G. Wells, como la Maquina del tiempo, El Hombre Invisible, Blade Runner de Philiph K. Dick , un futuro agobiado por la lluvia acida y la presencia inquietante de robots inteligentes, El planeta de los simios de Pierre Boulle, un futuro aterrador en donde el hombres es dominado por los simios, han logrado ser plasmadas en la gran pantalla con aceptable calidad.

Los clásicos latinoamericanos también han sido llevados al celuloide con diferente éxito, Gabriel García Marquez ha tenido diversas adaptaciones, las más logradas Cartas desde el Parque de Tomás Gutiérrez Alea, y el Coronel no tiene quien le escriba de Arturo Ripstein, no tuvo suerte Mike Newell con el Amor en tiempos del colera. Se planea llevar al cine la novela del amor y otros demonios dirigida por la directora y guionista costarricense Hilda Hidalgo cuya fimación se preve para este año, Mario Vargas Llosa ha tenido también su parte, su obra se ha visto plasmada en pantalla con películas como Pantaleón y las vistadoras, y La ciudad y los perros y la Fiesta del Chivo. Isabel Allende ha visto adaptada su obra La casa de los espíritus (1993) por Billie August, Alfonso Arau realizó una adaptación aceptable de la novela de Laura Esquivel, Como agua para el chocolate (1992).

En Ecuador se han realizado varias películas basadas en obras literarias

Camilo Luzuriaga ha dirigido las películas La tigra (1990) , basada en el cuento homónimo de José de la Cuadra y Entre Marx y una mujer desnuda (1996) de la novela de Jorge Enrique Adoum , y 1809-1810 mientras llega el dia (2004) basada en el libro de Juan Valdano, El extraño caso del sr Valdemar de Carlos Andrés Vera, cortometraje inspirado en el cuento de Edgar Allan Poe.

Gallegos Lara entre la palabra y la revolución


Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles, estas palabras dichas por el dramaturgo alemán Bertold Brech, se ajustan a la agitada vida del escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, vida marcada por la adversidad, las letras y la lucha política en donde demostró y practicó una verticalidad de principios única.

Gallegos nace en Guayaquil un 9 de abril de 1909, hijo de Joaquín Gallegos del Campo y de Emma Calderón, el pequeño Joaquín estaba entroncado por linea paterna con personajes que habían destacado en el campo de la medicina , periodismo, literatura y otras actividades culturales, además de militancia política en el campo del liberalismo radical, tal es el caso de Joaquín Gallegos Naranjo, su abuelo, escritor y médico, Manuel Gallegos Naranjo, escritor y periodista entre otros y por la linea materna, con la familia del prócer cuencano Abdón Calderón Garaycoa.

Hay dos hechos que van a jugar un papel decisivo en su vida y que le van a servir como elementos para forjar la dureza de su carácter, el primero , producto de una dolencia congénita nace con una deformación en las piernas, lo que le va a impedir caminar, esta deficiencia que para muchos puede significar un impedimento difícil de superar, para Joaquín y su madre es un obstáculo que hay que sortear para salir adelante y el segundo, su padre fallece en 1910 cuando desempeñaba el cargo de Secretario de la Gobernación de El Oro, y el pequeño Joaquín contaba con apenas un año, desde ese instante su madre toma las riendas del hogar y el cuidado del pequeño, comenzando un periodo de estrechez económica, por lo que se trasladan a vivir a la casa de su tío Julián Lara Calderón en Eloy Alfaro y Manabí. Su aprendizaje fue por propio esfuerzo, por su inmovilidad comenzó a leer con fruición, recibio clases de francés de parte de Madame Tousard y de italiano del Dr Caputti.

A los 16 años comienza su aventura literaria, publicando sus primeros poemas en revistas culturales como Variedades y Paginas selectas y en diversos periódicos de la ciudad, recibiendo elogios por sus versos, estas composiciones están llenas de romanticismo y melancolía quizás por su sentida admiración por el poeta Medardo Ángel Silva y la llamada Vanguardia Modernista de principios de siglo que rompió con el Romanticismo de la época decimonónica, de ese signo son los poemas dedicados a Miss Ecuador, A Elena, A Carlota entre otros, también se destacarían sus poemas en homenaje a la ciudad de Guayaquil y sus lugares tradicionales, llenos de esa identificación popular como ''Campanas de mi barrio'', ''Mamá Jijí, ''Al Guayas'', entre otras composiciones.

Luego iría abandonando este estilo para realizar una poesía más reinvindicativa y de denuncia contra la injusticia en el agro, como los bellos poemas titulado ''Romances de la Rural (1937) o de alto contenido político militante como ''Bandera Roja'' en homenaje al órgano de prensa del Partido Comunista del Ecuador.

En 1930 junto con Alfredo Pareja, Enrique Gil, José de la Cuadra y Demetrio Aguilera, publican el libro de cuentos ''Los que se van'', cuentos del cholo y montuvio, la obra se convierte en verdadera piedra de escándalo en nuestra literatura, por su lenguaje fuerte y castizo y las altas dosis de violencia y carga sexual. Cada uno de los cuentos es una oda al bravío habitante de nuestros campos costeños, dotándolo de personalidad y características propias, Los que se van es un texto colectivo de ruptura y se convertirá en obra cimera de nuestra literatura junto con sus jóvenes autores que formarían el llamado Grupo de Guayaquil, en el que Joaquín Gallegos se convertiría en una especie de guia espiritual o como José de la Cuadra lo bautizaría en un suscitador no solo de los integrantes del grupo sino de todos los escritores del país.

Es de mencionar que la literatura ecuatoriana y los escritores de la época no solo se inspiraron en las corrientes artísticas del momento, la cuestión política fue un factor determinante, en lo exterior las luchas agrarías campesinas de la Revolución Mexicana junto a la Revolución Rusa de 1917 son hechos de gran trascendencia y en lo interno las conquistas sociales producidas por la Revolución liberal Alfarista y la Juliana de 1925, llevan a una activa participación y radicalización de las clases medias, lo que permite formar una intelectualidad signada por el compromiso social y político a favor de los marginados y explotados, surgiendo en el arte y en especial en literatura los movimientos del realismo social y del indigenismo.

Gallegos fue producto de esa época de emergencia social en nuestro país, por eso su afiliación al Partido Comunista poco tiempo después de su fundación (1931), llegando a ocupar el cargo de secretario General encargado del comité del Litoral, siempre presente en las luchas por las reivindicaciones de los obreros, estudiantes, campesinos. No vacilo jamás en ir a la calle a apoyar las huelgas y marchas en contra de los gobiernos de turno, sufriendo en muchas casos la represión de los mismos. Soporto la prisión durante el primer Velasquismo, fue cesado en su trabajo como retaliación política en la dictadura de Paez.

Ejerció un periodismo de denuncia en contra del gobierno de Arroyo del Río, siendo uno de sus más encarnizados opositores, siendo miembro del grupo opositor al Arroyismo, llamado ADE (Alianza Democrática Ecuatoriana), son conocidas sus columnas de opinión publicadas en Diario El Universo, participó activamente del movimiento insurreccional del 28 de mayo de 1944. El como ninguno se convirtió en ejemplo palpable del intelectual revolucionario, hombre de acción y compromiso, mezclando la lucha política y la creación literaria, un precursor de otros escritores que siguieron ese camino como Ernesto Cardenal, Javier Heraud, Roque Daltón, Sergio Ramírez entre otros..

A pesar de su limitación física, trabajo en diversos oficios que no estaban a la altura de su capacidad, como Inspector municipal de una cantera, de ese trabajo se inspiro para componer ese bello cuento sobre el amor y el compañerismo titulado La extraña pareja, dedicado a Ángel Felicisimo Rojas (1932), trabajó como jefe de archivo en el ministerio de Educación en Quito, incluso tuvo que trabajar de boletero en la piscina municipal de Guayaquil.

En 1933 contrae matrimonio con Nela Martínez, con la que comparte la agitación política, las ideas marxistas y la literatura, el compromiso duraría poco tiempo. En 1935 durante su estadía en Quito conocerá a Juan Falcón que durante el lapso de doce años se convertiría en las piernas que necesitaba para trasladarse de un lugar a otro.

A pesar de sus actividades políticas, Gallegos nunca descuido su pasión por la literatura, continuo escribiendo ensayos periodísticos, prólogos de libros de diversos autores, mantuvo su costumbre de escribir cuentos , el último que escribió fue La ultima erranza en 1946 siendo publicado en México el año siguiente. Este relato esta impregnado de melancolía y soledad, es un canto al desarraigo y a la muerte, un vaticinio de su propia desaparición física.

Dentro de su multifacetica producción literaria es de mencionar las novelas que escribió, Cacao obra que trataba sobre la crisis cacaotera que azotó el campo ecuatoriano y el exodo campesino a las ciudades, los originales de esta obra se perdieron.

Los Guandos, obra que Gallegos comenzó a escribir en 1935, estaba basada en los comentarios que le hiciera su esposa Nela Martínez sobre la actividad laboral que cumplían los indígenas en la zona de Azuay y Cañar, el trabajo de estos indígenas consistía en cargar sobre sus hombros grandes pesos como carros, pianos de cola, entre otros objetos que eran llevados a las haciendas de los latifundistas de la región. Esta forma de explotación feudal se convirtió en el eje central de su novela, enmarcada dentro de la corriente indigenista, con un estilo narrativo directo y demoledor, Gallegos dota de voz a los indígenas y desmonta el entramado explotador, lamentablemente la obra queda inconclusa. Treinta años después, Nela Martínez la concluye, por lo que es una novela escrita a dos manos, en ella se mantiene la unión de la narración por medio de uno de los personajes principales de la novela pero en cuanto a su estilo se difiere, Martínez utiliza el subjetivismo para estructurar su relato, dotándole de mayor carga sicológica, lo que no desmerece la novela, más bien la convierte en una obra fresca y moderna.


Las Cruces sobre el agua fue publicada en mayo de 1946, en el momento de su publicación suscito el interés de la crítica, la matanza de obreros del 15 de Noviembre de 1922 es el acontecimiento principal de la novela, pero más que otra cosa la obra es una radiografía de Guayaquil , de las costumbres de su gente, de los gremios de artesanos, de la mujer y hombre del pueblo que luchan a diario por la existencia , pero que no pierden la alegría. En definitiva es la novela de Guayaquil, de los de abajo y de la identidad de una ciudad que Gallegos amó y que se convertiría en una de las obras claves de la literatura nacional.

Joaquín Gallegos muere el 16 de noviembre de 1947, pero es solo su desaparición física, su lucha por los desposeidos continúa por que como dice en el prologo de su novela Los Guandos, Joaquín entre ellos camina, derechos sus pies resucitados.

Obras publicadas

Los que se van (1930) obra colectiva de Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert, cuentos del mundo montubio

La bruja o Cacao (1930) novela inacabada

os Guandos (1933), novela inacabada, su contenido es de carácter indigenista y se refiere a los indígenas del Cañar que eran utilizados por los latifundista para cargar grandes objetos, la obra fue acabada por Nela Martínez en 1982 y publicada por la editorial El Conejo en dos ediciones con ilustraciones del pintor Eduardo Kingman.

Biografía del pueblo indio. Ensayo escrito en 1935 y que permaneció inédito hasta 1951 en que fue publicado por la Casa de la Cultura.

Decenas de artículos periodisticos publicados en Diario El Universo en las columnas Noticiario tropical y Problemas y perspectivas, y en otras publicaciones como la revista Cocorrico, diarios como La Prensa, El Telégrafo y Bandera Roja, órgano oficial del Partido Comunista.

Las cruces sobre el agua. (1946). Novela
La última erranza (1947) cuento
Biografía de Rumiñahui. Inacabada (1947).

La Última erranza es el título de un volumén con el que se engloba todos sus cuentos que fue publicada por Editorial El Conejo en 1985

Prólogos y comentarios de obras de otros autores

Vida del Ahorcado (1933) de Pablo Palacio
La beldaca (1936) Alfredo Pareja Diezcanseco
Estatuas en el mar (1946) de Rafael Díaz Ycaza
Las huellas de una raza (1941) Marco Lamota
Tierra, Son y Tambor (1945) de Adalberto Ortíz
Los animales puros (1946) de Pedro Jorge Vera
Elba (1946) de Pedro Jijón Salcedo

Juicios sobre el personaje
Nos rendimos al poderoso influjo de su imperativo de dominar, de guiar, de imponer a los otros su verdad. Su puesto de jefe fue indiscutible.
Alejandro Carrión.

Todo en él resultaba fuera de serie: su fe en el socialismo, su pasión por la libertad y por cuanto esta relacionado con las luchas de la inteligencia y la belleza, su voluntario olvido de la tragedia propia, para atender la ajena; su inteligencia impar y su lucha silenciosa para vencer las limitaciones físicas y económicas impuestas por la era del desprecio.
Rafael Díaz Ycaza

Exigía, de todos , honestidad revolucionaria y lealtad a los principios. Era intransigente, comprometido con su tiempo y su generación y luchaba con todas sus fuerzas como escritor y político para terminar con la opresión y la miseria.
Nela Martínez.

Como crece el silencio, cómo crece
y como cubre nuestra tierra herida.
Como al aproximarse tu partida
la sangre de tu pueblo se estremece.
Pedro Jorge Vera